“Las palabras amables pueden ser cortas y fáciles de decir, pero sus ecos realmente no tienen fin”

En el mes de febrero los alumnos de primero han reflexionado sobre la fuerza de la palabra y han querido contagiar a todo el centro su positivismo. Tras trabajar este tema en tutoría han escrito palabras amables y el grupo de convivencia ha “empapelado” la escalera principal que conecta el recreo con las clases. Es un placer subir y bajar leyéndolas.
En esta misma línea, en las puertas de todos los departamentos tenemos esta motivadora frase de Serafín Contreras G.: “Las palabras amables son llaves que abren todas las puertas, las palabras hirientes son como puertas de hierro, cerradas con pesados candados. Nosotros diariamente escogemos entre ser llaves o puertas cerradas. Es una decisión simplemente basada en nuestra boca.”